EDDARD
Era
un día alegre y triste a la vez: alegre porque era el de su boda, pero triste
porque se casaba con la mujer destinada a Bran. La horrible muerte de su padre
y de su hermano convertían a Eddard en señor de Invernalia, algo que había
deseado muchas veces, pero no a ese precio. Brandon era el mayor, el heredero
natural de Lord Rickard, y Ned no podía soportar la idea de verse al frente de
la casa Stark por una tragedia como aquélla. Dos de sus seres queridos habían
sido asesinados de la forma más cruel y despiadada que uno podía imaginar. Y su
hermana se hallaba en paradero desconocido tras haber sido secuestrada por el
príncipe Rhaegar. Ahora estaban él y Benjen, que sólo era un adolescente y se
había quedado en Invernalia mientras que Eddard se dirigía a Aguasdulces a
contraer matrimonio con la prometida de Brandon. Tras su muerte, la alianza
entre el Norte y la Región de los Ríos debía forjarse con la unión del nuevo heredero
y la hija de Lord Tully, algo más importante ahora que marcharían a la guerra
contra los Targaryen para apoyar la causa de Robert Baratheon.