AVISO

Este fic contiene sólo especulación. Se basa en diversas teorías que hay por la red. Si no quieres que se te desvele nada que creas importante, no lo leas. Pero insisto: no dice nada que se haya escrito y/o publicado aún. Todos los personajes y lugares pertenecen a G.R.R. Martin.

sábado, 29 de diciembre de 2012

SEGUNDA PARTE: LA GUERRA DEL USURPADOR. Capítulo 30


EDDARD
            Era un día alegre y triste a la vez: alegre porque era el de su boda, pero triste porque se casaba con la mujer destinada a Bran. La horrible muerte de su padre y de su hermano convertían a Eddard en señor de Invernalia, algo que había deseado muchas veces, pero no a ese precio. Brandon era el mayor, el heredero natural de Lord Rickard, y Ned no podía soportar la idea de verse al frente de la casa Stark por una tragedia como aquélla. Dos de sus seres queridos habían sido asesinados de la forma más cruel y despiadada que uno podía imaginar. Y su hermana se hallaba en paradero desconocido tras haber sido secuestrada por el príncipe Rhaegar. Ahora estaban él y Benjen, que sólo era un adolescente y se había quedado en Invernalia mientras que Eddard se dirigía a Aguasdulces a contraer matrimonio con la prometida de Brandon. Tras su muerte, la alianza entre el Norte y la Región de los Ríos debía forjarse con la unión del nuevo heredero y la hija de Lord Tully, algo más importante ahora que marcharían a la guerra contra los Targaryen para apoyar la causa de Robert Baratheon.

martes, 25 de diciembre de 2012

Capítulo 29

 
BRANDON
            Despertó helado de frío. El lugar era húmedo y oscuro. Estaba encadenado a la pared de manos y pies, y la cabeza le palpitaba de dolor. Entonces recordó: se había presentado en la Fortaleza Roja exigiendo al príncipe Rhaegar salir a dar la cara por lo que había hecho. Pero el Targaryen no estaba allí. Su padre arrestó a sus acompañantes y los encerró en los calabozos. Él fue golpeado para que no se resistiera. No sabía nada de ellos y, lo peor, nadie conocía su paradero porque todo lo habían hecho en secreto. Se puso de pie para no mojarse más de lo que ya estaba. Un ruido lo puso alerta: era el sonido de una llave en la puerta, que se abrió dejando paso al carcelero. «Vamos, su Alteza quiere verte.» Le quitaron los grilletes, le ataron las manos y lo condujeron por un laberinto de puertas y pasillos iluminados tristemente por unas pocas antorchas.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Capítulo 28


LYANNA
            Cabalgaron durante varias horas. El caballo era incansable, con una resistencia sobrenatural. No cruzaron ni una palabra en todo el trayecto. Lyanna estaba confundida con lo que había sucedido. Se abrazó al jinete, buscando su calor. 

domingo, 23 de diciembre de 2012

Capítulo 27


BRANDON
            Salieron del hospedaje al amanecer. El grupo ya no era muy numeroso debido a que, hacia la mitad del camino, se había dividido en dos, el que acompañaba a Brandon y el que escoltaría a Lyanna a Desembarco del Rey.  El viaje era largo, pero la joven parecía contenta ante la perspectiva de ir a la ciudad. No había parado de hablar durante el trayecto y se mostró muy animada. Bran también lo estaba, tenía muchas ganas de volver a ver a su joven prometida para poder intimar un poco más con ella. La anterior visita le había sabido a poco y, encima, tuvo que quitarse de en medio al pretendiente de Catelyn. Rió por dentro al recordar la escena del ridículo duelo. La joven Tully sería su esposa muy pronto y todo aquello quedaría en el olvido.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Capítulo 26


LYANNA
            Se habían separado a la altura del Tridente. Brandon estaría a punto de llegar a su destino. Ella también... aunque nadie más sabía cuál era en realidad. Cabalgaban por el Camino Real que les llevaría a Desembarco del Rey y Lyanna ordenó a la comitiva parar aduciendo que estaba un poco mareada. En los alrededores no había ningún hospedaje, pero ella insistió en detenerse. El grupo acampó cerca de un bosquecillo frondoso. Mientras las sirvientas organizaban todo para establecerse allí por unas horas, Lyanna se excusó para quedarse a solas un momento. Los hombres de armas de Invernalia no estaban de acuerdo con que su señora se introdujera sin compañía en el bosque, tenían órdenes expresas de Lord Rickard de vigilar en todo momento a la muchacha, pero ella les dijo que debía hacer ciertas cosas para las que no necesitaba compañía, ni siquiera la de sus sirvientas. Los caballeros se sonrojaron y la dejaron ir, quedándose a la entrada del bosque.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Capítulo 25


RHAEGAR
Los dolores del parto habían comenzado de madrugada y ya era casi mediodía. Rhaegar estaba en la puerta de la habitación, nervioso, como cuando nació su hija Rhaenys. Oía a Elia gritar de dolor mientras que él estaba fuera, impotente. Mujeres entraban y salían constantemente con la cabeza baja y las manos ocupadas con telas y jofainas de agua. Daba igual que fuera el príncipe: nadie le decía nada de cómo iba todo allí dentro. Harto de la espera, bajó al patio de armas. Rhaenys y Viserys estaban jugando sin ninguna vigilancia. Como siempre, su hermano andaba con travesuras que hacían llorar a la niña. En esta ocasión la retaba a poner la mano encima de un pequeño fuego para demostrar que era una Targaryen auténtica. «¡No lo eres ni nunca lo serás, porque tu madre es sólo una Martell y tú otra!» La niña empezó a llorar desconsolada. Viserys se reía con desprecio mientras empezaba a colocar su propia mano cerca del fuego. Rhaegar corrió hacia él para apartarlo de la llama, porque sabía que terminaría quemándose. «¿Estás loco, Viserys? ¡Déjate de historias de dragones y de fuego! ¡Y no vuelvas a acercarte a Rhaenys!» El niño lo miró con sus ojos violetas fuera de las órbitas. «¡Os odio, a ti y a tu asquerosa hija, ojalá os muráis todos! ¡Ojalá se mueran tu mujer y tu hijo! ¡YO SOY EL ÚNICO DRAGÓN AQUÍ!» El príncipe no pudo soportarlo más: tomó a Viserys por una oreja y lo arrastró hasta la llama, sujetándole la cabeza por el pelo. «Mira ese fuego, ¡míralo bien! Si vuelves a decir algo semejante juro que te meto ahí para comprobar que eres realmente de la sangre del Dragón. ¡Y apuesto a que arderás como una pila de paja seca!» Lo soltó con rabia y le ordenó quitarse de su vista.

martes, 18 de diciembre de 2012

Capítulo 24


LYANNA
            Habían pasado más de cuatro meses desde el torneo de Harrenhal. Robert y Ned estaban de nuevo en el Valle con Jon Arryn, mientras que Brandon y Benjen seguían en Invernalia. El mayor de los Stark iba a contraer matrimonio muy pronto con Catelyn Tully, así que andaba muy ajetreado preparando una última visita a la Región de los Ríos para ultimar ciertos detalles antes del enlace. Lyanna también estaba de preparativos nupciales, ya que su boda quedaba asimismo muy cerca. Necesitaba de algunas telas para que le confeccionaran trajes y un ajuar adecuado para una joven de su posición y aún no las tenía consigo, aunque ésa no era su mayor preocupación. Mientras estaba ocupada con los preparativos en torno a su boda, se olvidaba de todo lo ocurrido en el torneo, pero no podía borrar la imagen de Rhaegar de su cabeza. Lyanna tenía aún presente el momento en el que el príncipe Targaryen la coronó delante de todo el mundo, incluida su propia esposa embarazada. Durante el viaje de vuelta a Invernalia, sus hermanos mayores no pararon de acosarla a preguntas sobre por qué Rhaegar había hecho tal cosa, si no la conocía de nada, cuestiones a las que ella no sabía qué responder. El único que no preguntó fue Robert. Su actitud seria era una manera de decir a Lyanna que sospechaba algo. Los días de viaje juntos fueron una auténtica tortura para ella. Nunca supo disimular sus sentimientos y Robert captó el cambio que había experimentado desde Harrenhal. Una vez que Ned y él se quedaron en el Valle, el camino hacia Invernalia se hizo más relajado, si bien Brandon insistía en saber el por qué de la decisión de Rhaegar.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Capítulo 23


RHAEGAR
            Ya tenían casi todo preparado y pronto volverían a Desembarco del Rey. Rhaegar entró a los aposentos que compartía con su esposa en el castillo de Harrenhal para avisar de que en unos minutos saldrían hacia la Fortaleza Roja. Elia estaba sentada de espaldas a la puerta y no se inmutó cuando su esposo le habló. El príncipe notaba que ella estaba disgustada por el final del torneo. La había afrentado delante de todo el mundo coronando Lyanna Stark como Reina del Amor y de la Belleza, algo que jamás le perdonaría. «Esposa mía, ya te he dicho que todo esto tiene una explicación», le dijo Rhaegar. Pero Elia se negaba a escuchar. De todos modos, ¿cómo decirle que le entregó las rosas azules a una niña como muestra de admiración por su valor? El príncipe consideraba a Lyanna Stark la verdadera vencedora del torneo y por eso la coronó… Pero, ¿era únicamente esa la razón? Hizo análisis mental de los últimos días: no conseguía quitarse de la cabeza los ojos grises, el rostro arrebolado y la boca jadeante de la muchacha en el bosque. Al día siguiente de su extraño encuentro, Rhaegar regresó al lugar con la excusa de atrapar al misterioso Caballero del Árbol Sonriente y encontró la armadura tirada allí, junto al escudo, que colgaba de una rama, y el yelmo. Había tomado este último entre sus manos, recordando el momento en el que se lo quitó y descubrió el rostro más bello que jamás había visto. En el casco encontró algunos cabellos oscuros y los había guardado envueltos en un pañuelo. Aún conservaba lo que empezó a considerar como un amuleto, puesto que lo había llevado durante el torneo cerca del corazón y le había dado suerte.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Capítulo 22


BRANDON
            La derrota sufrida no cambió el buen ánimo de Brandon, aunque le hubiera encantado vencer a Rhaegar. Había algo en él que no terminaba de gustarle. Cuando finalizó su combate, el joven príncipe lo felicitó volviéndose después hacia el palco de sus hermanos y no hacia el de su esposa. No quería pensar mal, pero Lyanna se mostraba nerviosa antes de su enfrentamiento, y ya no sabía si era por él o por Rhaegar. Cuando Robert combatió estaba más relajada, aunque aplaudió con alegría cuando su prometido ganó y le ofreció su victoria. Ned no le había comentado nada, algo que tampoco le extrañaba teniendo en cuenta el carácter reservado del muchacho. A ello había que añadir lo serio que estaba con él desde el baile en Harrenhal. Y todo por la tal Ashara Dayne. La buscó entre el público que acudía al último día de torneo: allí estaba, detrás de la princesa Elia Martell. Ella notó la mirada de Brandon y lo observó con unos ojos que el Stark interpretó como de reproche. La verdad es que no recordaba nada de lo ocurrido con ella. Ambos habían bebido demasiado y en su mente sólo quedaban retazos de sensaciones: algún beso, abrazos, el tacto del cabello de Ashara entre sus dedos…

martes, 11 de diciembre de 2012

Capítulo 21


EDDARD
            Era la mañana de la tercera jornada de justas. Salieron del hospedaje los Stark y Robert, que se mostraba ansioso por llegar. Lyanna parecía ausente de todo a pesar de que Robert iba a tener su momento del gloria ese día. Ned notaba a su amigo un tanto preocupado con su hermana desde la noche de la cena, y él mismo sentía esa misma preocupación. Sabía que le mentía, que todo ese asunto de la enfermedad era una farsa planeada entre ella y Benjen, pero no llegaba a averiguar el propósito. Eddard se exasperaba con los acertijos y charadas, y con las mentiras y las intrigas aún más.

martes, 4 de diciembre de 2012

Capítulo 20


LYANNA
            Siguió al caballo del príncipe con los ojos hasta que se perdió en la lejanía. Aún no podía creer lo que le había sucedido. ¡Se había enfrentado en un duelo a espada con Rhaegar Targaryen! No sabía si estaba más nerviosa por el hecho de haber retado al mismísimo príncipe de los Siete Reinos o por haberlo tenido tan cerca… Se recogió el pelo con una cinta y ayudó a su hermano a ponerse en pie. «Rápido, quítame la armadura, tenemos que marcharnos de aquí antes de que Bran, Ned y Robert lleguen al hospedaje y se descubra nuestro plan.» Dejaron la armadura abandonada y el escudo colgando de un árbol. Montaron en uno de los caballos, dejando al más viejo libre, y trotaron hasta la ciudad. Una vez llegados al hospedaje, regalaron el caballo a un herrero que había cerca del lugar y subieron corriendo a sus habitaciones. Por la escalera se tropezaron con la mujer del dueño y Lyanna le dio dos dragones de oro por los servicios prestados. «Recordad que no hemos salido de nuestras habitaciones nada más que para ir a las letrinas.» La mujer miró la cara hinchada de Benjen. «¿Y cómo vais a explicar esto?» Lyanna ya lo había pensado. «Diremos que se mareó mientras iba a vomitar y se golpeó con una silla. Mis hermanos tienen que creer que estuvimos aquí todo el tiempo.» Entraron en sus habitaciones para meterse en las camas. Lyanna se desvistió con rapidez, guardando Espetón en el fondo de su baúl, y se metió en la cama con una camisola.